Puerto Rico fue una de las últimas colonias españolas, que apenas pudo ser independiente por un periodo de 48 horas, antes de convertirse en territorio estadounidense, una situación que persiste hasta la fecha. La isla que se situaba en un punto estratégico para el control del Océano Atlántico donde se construyeron tres bases militares pasó a ser conocida como “la Perla del Atlántico”, un término empleado en la propaganda de sus nuevos dueños donde mostraban los muchos beneficios de asociarse con el nuevo gran imperio. Ese puerto estratégico que cuando cambió el nombre a Borinquen acogía a los galeones de la Flota de Indias, hoy recibe los enormes cruceros de la Royal Caribbean.
Utilizando vídeos e imágenes del Archivo General de Puerto Rico y grabaciones propias, se conforman una serie de piezas sobre distintos paisajes de la ciudad, con una connotación entre lo bélico, la inversión económica y el paraíso turístico. Todo ello bajo el paraguas de la terrible definición de la Commonwealth: “Pertenece a pero no forma parte de”.
Este proyecto ha contado con el apoyo de Beta Local.